Una capilla ardiente es un conjunto de ornamentos luminosos utilizados durante el acto de vela al difunto con el fin de honrar al recién fallecido antes de inhumarlo o incinerarlo. El término capilla ardiente se debe a los elementos luminosos, generalmente velas o cirios, que se sitúan al lado del difunto durante la vela. Esta tradición se remonta a la antigüedad, donde las horas de duelo antes del funeral se realizaban en capillas religiosas o edificios propiedad de la burguesía y aristocracia.
Hoy en día, las capillas ardientes se montan en diferentes lugares, como polideportivos, centros culturales, cines o teatros, dependiendo de la relevancia del fallecido. Algunas de las capillas ardientes más populares en los últimos años han sido las de personajes famosos como Gabriel, Carme Chacón, David Delfín, Bimba Bosé y Chiquito de la Calzada.
En esta sección, exploraremos el significado y simbolismo de la capilla ardiente, así como las funciones y rituales que se llevan a cabo en este espacio de homenaje póstumo.
El significado y simbolismo de la capilla ardiente
El término «ardiente» en capilla ardiente hace referencia a las velas o cirios que se utilizan durante el velatorio en honor al difunto. Estas velas representan la luz que guía al fallecido en su viaje hacia el más allá y simbolizan el respeto y la veneración que se le brinda al fallecido.
La capilla ardiente, con su iluminación permanente, crea un ambiente solemne y respetuoso donde los familiares y amigos pueden despedirse del difunto. Aunque no se celebre ningún acto específico en una capilla ardiente, su instalación y apertura permiten a las personas visitar y honrar al fallecido, mostrando su afecto y apoyo a la familia en un momento de duelo.
En resumen, la capilla ardiente es un espacio cargado de simbolismo y significado. A través de las velas encendidas, se rinde homenaje al fallecido, se resalta su importancia y se brinda un espacio para la reflexión y el recuerdo.
Función y rituales en una capilla ardiente
La capilla ardiente cumple una función fundamental al proporcionar un espacio donde los seres queridos pueden despedirse del fallecido y mostrar su respeto. Es un lugar de encuentro donde amigos y familiares pueden acudir para presentar sus condolencias y ofrecer su apoyo durante el proceso de duelo. La capilla ardiente también sirve como un tributo al difunto, permitiendo a las personas rendir homenaje y expresar su afecto hacia él.
Los rituales en una capilla ardiente varían según las tradiciones y costumbres de cada familia y comunidad. Algunas personas optan por llevar flores y colocarlas cerca del difunto como símbolo de aprecio y amor. La iluminación de velas adicionales también es común, ya que representa la vida y la continuidad espiritual del fallecido.
Las oraciones también desempeñan un papel importante en una capilla ardiente, especialmente en los velatorios religiosos. Se pueden recitar oraciones específicas o se pueden realizar momentos de silencio para la reflexión y la meditación. Algunas familias incluso eligen realizar actos simbólicos que representen la vida y los logros del difunto.
En conclusión, la capilla ardiente no solo cumple una función esencial para despedir al fallecido, sino que también alberga rituales y tradiciones significativas que permiten a las personas honrar su memoria. Es un espacio de encuentro y reflexión donde las emociones se entrelazan con el respeto y el cariño hacia aquellos que han partido.
